Mejora tu foco
Mejora tu foco con mindfulness
Vivimos rodeados de distracciones: notificaciones, tareas pendientes y pensamientos que van de un lado a otro. El mindfulness es una herramienta poderosa para entrenar la mente y recuperar la atención en lo que realmente importa.
Con la práctica de la atención plena aprenderás a:
Reducir la dispersión mental y las distracciones.
Entrenar la concentración, manteniendo la mente en una sola tarea.
Tomar decisiones con mayor claridad, sin dejarte llevar por el ruido externo.
Disfrutar más del presente, aumentando tu productividad y bienestar.
Dedicar solo unos minutos al día a la práctica puede ayudarte a cultivar una mente más enfocada, calmada y eficiente.
Aquí tienes 3 ejemplos sencillos de prácticas de mindfulness que puedes hacer en casa para mejorar tu foco y tu calma:
1. Respiración consciente (3 minutos)
Siéntate en un lugar tranquilo.
Cierra los ojos y lleva tu atención a la respiración.
Siente cómo el aire entra y sale por la nariz o cómo se mueve tu abdomen.
Cuando tu mente se disperse, vuelve amablemente a la respiración.
2. Atención plena en una tarea cotidiana
Elige una actividad diaria (lavar los platos, preparar café, ducharte).
Hazla prestando atención a cada detalle: los sonidos, los olores, las texturas.
Si aparecen pensamientos, obsérvalos y vuelve a la tarea.
3. Escaneo corporal (5–10 minutos)
Túmbate o siéntate cómodamente.
Lleva la atención a cada parte del cuerpo, desde los pies hasta la cabeza.
Observa sensaciones (calor, tensión, relajación) sin intentar cambiarlas.